Ya llegaron las calacas, grandes, chicas y bien flacas.Las recibimos entre copal y flores, con papel picado de a montones.
Vienen a comer sin apuro: un taco, un chocolate ¡y un tequila, de seguro!
El mariachi está tocando y los abuelos van cantando, la niña los acompaña y con su Lupita va cargando.
Ahí está la Catrina, ¡qué porte! ¡qué carisma! Pero a su creador, Posadas, dejó atrás la canija.
Y ya se armó el fiestón: lucha libre y baile de a montón, con calaveras, diablitos y un famoso luchador.
Llegó la hora de saltar, el torito enojado suelta cohetes al azar. Firulais y el gato Pancho tremendo susto se llevaron; mejor fueron a la ofrenda, ¡con comida lo arreglaron!
Colibrís y mariposas forman parte de la celebración y los mensajes que ellas llevan son un alivio para el corazón.
"Viva Día de Muertos" ¡Qué bonita tradición!
Esta avanza y se transforma sin perder su sazón. Desde las muerteadas en Oaxaca hasta los desfiles modernos, se celebra, se vive y no deja de sorprendernos.