Nuestro conejito ha llegado a su destino; la luna. Lo veremos ahí para siempre, como recuerdo de su bondad.
Atravesó el espacio, vio y platicó con las estrellas, conoció planetas, todo ello piloteando su zanahoria estelar.
Para crear el Conejo en la Luna, nos inspiramos en la leyenda de origen prehispánico con el mismo nombre, de la cual tomamos la siguiente frase: “No serás más que un conejito pero todo el mundo se ha de acordar de ti para siempre”.